jueves, 30 de agosto de 2007

FORRAJEO ÓPTIMO

La Teoría del forrajeo óptimo está ligada a la teoría evolutiva y se aplica tanto a animales como a personas.

Se basa en el principio de maximización y optimización de la eficiencia en el forrajeo. La eficiencia se mide en términos de beneficio/coste. El forrajeo es seleccionado porque tiene éxito (proporciona beneficio) para la reproducción y la producción del forrajeo individual. La moneda en que se mide este beneficio es la energía (proteinas, lípidos, etc.). El forrajeador maximiza la tasa neta de rendimiento por unidad de tiempo de forrajeo. La tasa neta de rendimiento se mide obteniendo la relación entre las calorías obtenidas y las calorías gastadas.

Hay cuatro campos en los que se fija está teoría y que están relacionados:
1. La amplitud de la dieta. (Hay una lógica detrás de la elección de las presas).
2. Elección de zonas de forrajeo (patch) y tiempo de forrajeo.
3. Elección de lo
s caminos (path) de forrajeo.
4. Tamaño del grupo de forrajeo.

Está teoría pretende desmontar los supuestos de la economía ecológica y la concepción substantivista de la economía. Pretende demostrar que en todas las sociedades se producen decisiones racionales, elección entre fines alternativos y asignación óptima de recursos. En última instancia pretende hacer ver que existe una “racionalidad económica” en las llamadas sociedades primitivas.



Reflexiones sobre el forrajeo óptimo


MATERIALISMO CULTURAL


El materialismo cultural de Marvin Harris nos muestra cómo muchas de nuestras prácticas, creencias y ritos están enraizadas en necesidades naturales. La cultura no nos saca de la naturaleza, sino que nos mete más en ella, nos ayuda a seguir sus normas, entre otras, la de la supervivencia. En el hombre, naturaleza y cultura están unidas: no hay hecho natural que no esté mediado por la cultura, ni tampoco hay hecho cultural que no tenga el sello de la naturaleza.


Los estudios de Harris sobre diferentes prácticas religiosas se han convertido en clásicos: su tesis explicativa de por qué en la India la vaca es un animal sagrado resulta reveladora. Los tabúes alimenticios terminan apuntando a una serie de raíces naturales, circunstancias que con el paso del tiempo se olvidan y dan a la “cultura” todo su esplendor, toda su grandiosidad que parece diferenciarnos del resto de la naturaleza. Así, parece razonable que los musulmanes no coman carne de cerdo como medida higiénica ante una extendida peste porcina, de la misma forma que los católicos consumirían pescado en cuaresma como una forma más de variar la dieta. ¿Cómo conseguir que este tipo de prácticas se conviertan en norma? Muy sencillo: basta con decir “Dios lo manda así”.

La grandeza del materialismo cultural reside exactamente ahí: desenmascara muchas creencias, prácticas o rituales cuyo origen no tiene nada que ver con lo cultural, sino que responde a necesidades naturales palpalbles. Harris pretendía enfocar los aspectos de la cultura que estudiaba de un modo casi objetivo, buscando en todo momento una explicación de tipo materialista a lo que encontraba. Sin embargo, puede que sea un punto de vista excesivamente reduccionista: que nuestras culturas tengan un origen cultural (¿acaso podrían tener otro origen?) no significa que la cultura llegue a configurarse en algo distinto a la naturaleza.

Igual que hay materialismo cultural podría haber, desde la llegada del primer homo sapiens sapiens, un “culturalismo material”, ya que en ocasiones también la cultura modifica la naturaleza. Ni naturaleza sola, ni sólo la cultura: estamos destinados a ser una extraña mezcla de ambas cosas.


El materialismo cultural



miércoles, 29 de agosto de 2007

ORIGEN DEL TEATRO: EL NACIMIENTO DE LA TRAGEDIA

A principios del siglo pasado surgió, a propósito de los orígenes del teatro, un acalorado debate. Los nuevos datos aportados por antropólogos de diversas culturas primitivas postularon que el teatro surge en el ámbito de recolectores y cazadores tribales que fueron "dramatizando" ciertos rituales. Según ellos, el teatro nació a partir de dichas manifestaciones ya "culturales".

ANTONIO GUZMÁN GUERRA (Catedrático de Filología Griega de la UCM)
El teatro en la Atenas clásica (Un espectáculo para la democracia)

martes, 28 de agosto de 2007

MÁSCARA

(prósopon, en griego clásico)

El empleo de la máscara aparece en las fases más primitivas de muchos pueblos y culturas. Sirve para proteger al hombre de ciertos poderes hostiles y, en tanto que elemento mágico, transmite a quien la lleva las fuerzas maléficas o benéficas del ser que representa.
En cualquier caso, la máscara esconde el poder de simulación, de transformación de la realidad, y va asociada frecuentemente al ámbito de lo religioso y de lo mágico.
En la Grecia clásica se asociaba al culto de Dionisio, divinidad vinculada al teatro.

ANTONIO GUZMÁN GUERRA (Catedrático de Filología Griega de la UCM)
El teatro en la Atenas clásica (Un espectáculo para la democracia)